pinot gran reserva

Por Andrés.





 Para aquel tiempo los árboles seguían botando hojas a pesar que el invierno había entrado de lleno. Eran algo así como un cuarto para las once de un domingo previa de feriado, la noche estaba helada, la calle vacía. Estacioné mi auto afuera de una lavandería y crucé a la vereda del frente, caminé algunos pasos y me paré al frente de una botonera larga de timbres de un edificio antiguo. No supe cuál departamento era el cuál, así que llamé por celular avisando mi llegada y preguntando el departamento, era uno del cuarto piso. 
 Subí las escaleras con un abrigo largo y una botella de vino, desde el tercer piso se escuchaban las conversaciones de varios hombres, en la puerta abierta de un departamento del cuarto me esperaba un tipo que conocía desde hace tiempo. En este ambiente amigos no se tiene, al menos yo no tengo amigos, pero sí conocidos con los que he agarrado la confianza sexual que no tengo con mis pares cercanos de mi vida cotidiana. El tipo este era solo unos años mayor que yo, flaco y con pinta de universitario,estaba fumando un pucho, aromático a perfume me abraza y me hace pasar. Como si fuera el dueño de casa me presentó a los presentes, me dijo el nombre de varios tipos sentados en un living de cuero: tres tipos algo viejos y dos jóvenes unos tres o cuatro años mayores que yo. Me senté callado en una silla y les pasé el vino que llevaba. Me preguntaron qué era, yo solo les dije que era uno que saqué de la cava de mis viejos.

 -Un pinot Gran Reserva Torreón de Paredes del 2007.
 -De seguro es bueno, porque es del 2007.
 -Déjame abrir la botella, ¿quieren un poco?
 -Al menos yo no, yo estoy tomando whisky.
 -Sírveme a mí, quiero probarlo.
 -A mí también, para eso lo traje. 

 Todos conversaban porque se conocían de antes, al menos yo estaba callado viendo como los demás pelaban a otros maricones del ambiente y se reían de carretes pasados. Yo solo observaba a todos tratando de cacharles el rollo, de identificar si eran pasivos o activos, casados o maricones asumidos, sus profesiones, sus miedos y la forma de hablar. Todos eran masculinos. 
 Como todos fumaban yo también quería hacerlo, de mi abrigo saqué una cajetilla blanca y larga y prendí un pucho, dejando los demás encima de la mesa de centro. 

 -Que bonita la cajetilla, ¿en dónde los compraste?
 -Me los trajo mi vieja del Duty Free, son Davidoff.
 -Me dejas probar uno.
 -Yo también quiero probar uno.
 -Dale, saca. 

 Mientras que con la mano derecha sostenía una copa de vino y la mano izquierda la tenía en una de mis rodillas, un bong con marihuana comenzó a girar entre los presentes. No pude fumar porque estaba manejando y tampoco quería hacerlo porque volado no se me para, así que rechacé. Todos seguían normales mientras que el que estaba sentado a mi derecha no, era un tipo bronceado de unos treinta y tantos, llevaba una chaqueta Columbia celeste y tenía los ojos inyectados en sangre. Con él comencé a hablar, le pregunté que qué hacía por la vida y sobre varias cosas más. Muy amable el tipo, fue el único que quiso entablar una conversación conmigo y el único al que le seguí tomando atención. Los demás se comenzaban a acercar más, unos se hablaban a los ojos y se tocaban suavemente, yo con él solo conversábamos. En una de esas se acercó y me dice

 -Estoy igual que tú, solo conozco al dueño de casa y a nadie más.

 Los demás se comenzaron a besar, pero yo con él seguía conversando. Me acerqué más a él, y con una voz muy grave y silenciosa le propuse agarrar una pieza antes de que se llenaran. Se paró, le preguntó al dueño de casa si nos podíamos ir a una pieza los dos solos, los demás comenzaron a reclamar que así no sería orgía.

 -Tranquilos, solo queremos conocernos más. 

 Me agarró de la mano y me llevó a una pieza al fondo del pasillo. Ahí me saqué la chaqueta y lo comencé a besar, él me desvistió y se desvistió. Recorrió todo mi cuerpo con sus manos y mirándome a los ojos me dijo "Hoy solo quiero follar contigo".

 Del bolsillo del pantalón saqué un condón y me lo puse, y le comencé a dar brutalmente por el culo, total él estaba drogado y todo le dolería a la mañana siguiente, no en el momento. Pasado el rato abrieron la puerta: era el tipo que conocía, estaba en pelotas y llevaba una erección monumental. Se trató de meter al polvo, pero solo se llevó una manoseada de parte mía y nada más. Sin decir palabra se devolvió por donde entró y cerró la puerta. Nosotros dos seguimos follando sin querer recibir a nadie más, y follamos y follamos por un buen rato, sudando como si no hubiera mañana, él volado con los ojos por otro lado y gimiendo ronco, yo mirándole la cara, con la respiración entre cortada moviéndome al ritmo de la calentura: rápidamente. 
 Duré mucho, duré hasta que el tipo este se cansó. Me pidió parar por un momento para tomarse una cerveza, me sacó el condón y de la mano me llevó de vuelta al living. De la cocina saqué un vaso de agua, él en pelotas se metió al refrigerador y sacó una Budweiser en lata. Mientras los dos estábamos parados al lado del living, en una de las habitaciones a puertas cerradas se escuchaban gemidos. 

 Lo agarré de la mano y lo llevé a donde estaba la acción. Abrí la puerta y les pregunté inocentemente si podía entrar, me hicieron pasar y me tumbé boca arriba en la cama mientras las otras dos parejas follaban gimiendo en seco. No bien me tiré en la cama, uno de ellos se despega y se tira encima mío, me comenzó a besar. De a poco me fue besando el cuello, el pecho, el abdomen hasta llegar a mi pene, ahí me agarró las piernas, se las llevó al hombro y me empezó a lamer el culo. No bien sentí su boca en mi ojete con la mano le agarré la cabeza y lo separé de mí, diciéndole bien en claro que yo era activo y nada más.

 -Weón fome- me dijo, yo solo me reí. 

 Todo volvió a su normalidad, las parejas conformadas tiraban tocándose entre todos, yo seguí con quien comencé, pero ya se sentía que en aquella cama no éramos los dos bienvenidos porque de a poco nos empezaron a reducir el espacio hasta quedar en una esquina. 
 No necesitaba estar ahí entre ellos, entre condones usados, fluidos varios y cuerpos sudados. Me llevé a este tipo al living, y en el sofá de cuero empezamos a tirar brígido. A los cinco minutos sale el tipo que me invitó a la orgía, de mi cajetilla sacó un cigarrillo y lo prendió. Se paró al lado mío, con los brazos cruzados y con el pucho en la mano me empezó a huevear

  -¿Te invité a tirar con mis amigos y haces esta weá? de haber sabido que te comportarías así  conchetumadre no te invito más, erí picante pendejo weón.
  -Cálmate- le dije mientras me separaba del otro tipo y me sacaba el condón -A mí no me vienes a tratar ni de picante ni de conchesumadre.
 -Ah no, no lo eres, vienes a una orgía con mis amigos a la que te invité y te luces así, tirándote a un solo weón en una weá pa seis.
  -Obvio, no voy a tirar con cualquiera.
  -Entonces ándate, no te quiero acá.
  -Me voy po weón. 
 Y me devolví a la pieza, me vestí, comencé a juntar mis weás mientras que el que me tiraba en el sofá llega donde mí pidiéndome que no me fuera. Solo lo besé, le agarré el poto, le pedí el número y me fui.

 -Despídeme de los demás- le dije antes de cerrar la puerta. A ellos no los volví a ver más. 



PD: Aprendí a escribir diálogos, antes no sabía como ponerlos.

7 comentarios:

  1. Te escribo desde mi clase de biologia para decirte que nunca dejes de escribir :c me encantan tus historias, te agarre cariño y creo que a muchos nos paso sin conocerte. Quizas nunca perder el contacto y que sigas contando tus cosas (que sapo), para poder ayudarte xd y al revez. Me daria mucha pena que dejaras de escribir, mis mañanas y tardes se hacian mas interesantes con tus relatos. Eso exito y soy tu fans, algun dia hablaremos sabiendo quien eres x.x <3

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  2. Lo malo - a veces bueno- del sexo grupal así concertado, es que se vuelve una caja de sorpresas. El aspecto y otras características de los participantes, nunca quedan claras al principio y uno sólo las averigua al momento de llegar. Por ese motivo una vez abandoné una reunión así, antes de empezar a ver carnes.
    Por por otro lado, es fome cuando en medio del acto público alguien dice: 'no, yo no hago eso'. Distrae, es fome y en esos momentos uno piensa: 'eso debió quedar claro desde el princio'. En todo caso es una reivindicación a hacer lo que uno quiera, con -como dicen los psicólogos- el 'objeto de deseo' de turno.
    Un saludo.

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  3. "PD: Aprendí a escribir diálogos, antes no sabía como ponerlos."
    CONCHETUMADRE QUE ME REÍ CON ESA HUEÁ!

    Besitos cordiales.
    Gatuno.

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  4. Buena entrada Andres me exite caleta con tu histora ojala vieras como estoy ahora jajaja, eso ojala hablar alguun dia, cache que ahora me empezaron a copiar mi firma pero seguire usandola atte tu fan the real fan jajaj :D un abrazo

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  5. ANDRES TE AMOOOOOOOOOOOOOOOOOO JAJAJAJAJ me encantan tus historias, nunca nos dejes. Te mando un abrazo y una chupada.

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  6. Buena historia Andrés c:
    Y la Dominga?

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