Mi amor por placebo, la apariencia de Brian Molko y fornicación con twenty years.

Antes de cualquier cosa: Pobres almas en desgracia que andan inventando cahuines sobre el Andrés o sobre mi, lo peor de todo que meten a más personas que no tienen nada que ver en todo esto. Cabros, me agradó ver ene el apoyo que le dieron al Andrés en el facebook. Gracias son los mejoresh. 


ahora a lo que vamos:

Por Dominga.





Desde que era una pequeña de trece años, que nació mi fanatismo hacia Placebo, fanatismo tal que tenía un altar de Placebo en mi pieza, y era moderadora de un foro en una página web del grupo en Chile.
La sexualidad de Brian Molko siempre me causó curiosidad, además de su atractivo como hombre, perdón… “hombre”, también está su maquillaje andrógeno que hace parecer una mina lesbiana. Siempre supe que iba a ser torta desde que admití que: lo que más me gustaba de Brian, es su cara e’ mina.  Me propuse tirar con Placebo de fondo, alguna vez.
Mis encuentros sexuales  eran y son poco programados, por lo que no alcanzaba a pensar en música, hasta hace poco.
Mi teléfono recibe unos mensajes de texto de una amiga que me preguntaba si iba a ir a un carrete en el antro al cual suelo ir. Yo digo: sí, iré; pero ella dice que no irá pues su ex estaría en ese lugar y no se la quería topar.  Ella iría a otro lugar y yo al antro. Quedamos en que yo la llamaría para cuando saliera y nos juntásemos porque me prometió after en la casa de un amigo de ella que quedaba en medio del camino de los dos lugares bailables. 
ESE carrete estuvo de lolo, bailoteando y cantando, fue realmente estupendo. Llega el momento en la noche en que ya no nos entraba más copete ni drogas y al contrario, todos mis amigos y yo moríamos por comer un pedazo de pan porque el bajón que sentíamos nos estropeaba el estómago.
Salimos tambaleando, bajando esas largas escaleras hasta llegar a la calle, sentía que me comí a alguien pero no me acordaba. Caminamos y llamo a la chiquilla que me había invitado al after. Quedamos de juntarnos a mitad del camino. Un amigo mío apaña a la travesía que en realidad, era caleta caminando. Nos fumamos un pito en el camino y nos reíamos de una señora que caminaba delante de nosotros que tenía la media raja, era una rajasaurio, algo de otra época-era planeta. Llegamos a una plaza, nos sentamos a esperar y en el horizonte veo a esta chica caminar con sus amigos. Nos saludamos y vamos a dejar a una mina que andaba con ellos al paradero y nos vamos a la casa del amigo al after.
Había un poco de pisco y un pito que nos quedaba a mi amigo y a mí. Fumamos y nos tomamos el pisco entre 4, cuando alguien dice “juguemos” y el juego era súper estúpido: cada persona tenía que adivinar algo que estuviera pensando la persona que estaba sentada a su derecha, si perdía, tenía que sacarse una ropa, si adivinaba, la persona quien debía ser adivinaba, se sacaba una prenda. Por raro que parezca, adiviné cosas de la persona que estaba sentada a mi derecha, me decía: “número del 1 al 10” y cosas de esas. De repente, yo estaba en ropa interior, mi amigo en calzoncillos, y el amigo de la chica también, y la chica también: en calzón y sostén, pero… a ella le tocaba adivinar, y perdió, y muy osadamente se sacó el sostén. Lindas bubis. Se las miraba un poco de reojo en verdarch. Cuando le tocaba al dueño de casa adivinar –si perdía quedaba a poto pelao- no quiso y se acabó el juego, él se fue a acostar y yo buscaba mi ropa para acomodarme a dormir en algún lugar, sin embargo, al parecer esta chica tenía otros planes para mí. El amigo con que andaba se va acostar con el dueño de casa, y la chica y yo nos quedamos en el living. Saca su celular que tenía enchufado a los parlantes para poner música, y me dice: tu te acuestas conmigo, tengo una sorprais. Yo, obvio, acepto. Llego a la pieza de invitados donde ella enchufa nuevamente su celular (a todo esto ella no se había vestido de nuevo yo sí) y pone twenty years de Placebo.  La miro, y la empujo sobre la cama, me tiro sobre ella y empezamos a tocarnos. Fue fácil porque ella solo tenía una prenda, yo tenía hasta la camisa puesta, la verdad le costó sacarme la ropa. Sus rulos me encantan, y también estaba bien dotada, lindas piernas. Estábamos tan drogadas, tan borrachas, tan calientes, tan felices con placebo de fondo, mientras nos besábamos, tocábamos, mordíamos, mientras expelíamos calor y hedor a sexo por cada poro del cuerpo.   Mientras sentía toda su piel junta a la mía, mientras sentía como sus manos exploraban todo mi ser, en los parlantes apareció: roads – portishead, y como por arte de magia, ambas nos relajamos a disfrutar el compás de la canción y seguir nuestros movimientos. Nos revolcábamos en la cama. Su pelo aleonado me fascinaba – fascina. No la dejaba dormir. Ella se acurrucaba hacia la pared y yo la buscaba otra vez para que no durmiera, no nos dimos ni cuenta y el sol ya brillaba por la ventana, eran casi las 9 de la mañana, y el after había terminado a las 7. Fue creo, la vez que tiré – sin amor – más bacán – rico, hasta la fecha, solo por el hecho que, cuando finalmente nos cansamos, empecé a pensar en el camino que había recorrido hasta la fecha y como las canciones o las etapas que viví gracias a un par de personas haciendo música, podría ser tan trascendente. Me sentí en paga conmigo misma, y muy cansada además. Cerré los ojos, y mi celular suena: mamá. Gritos de mamá a las 9.30 de la mañana para que regresara a la casa porque vendrían los abuelos a visitarnos. No tenía idea de donde estaba mi ropa, me levanto, voy al baño y cuando vuelvo la veo durmiendo en la cama, panza abajo, con la mitad del cuerpo descubierta, sus rulos tapándole la cara y sus piernas sobresaliendo de las coberturas. Pensé: antes de irme, la molestaré otra vez más. Pesqué mi celular y esta vez puse velvet underground. Bajito volumen, movimientos lentos, me acosté sobre ella, moví su pelo de la cara, comencé a besarla. Era como una pequeña niña durmiendo. Se dio cuenta, y sin siquiera abrir los ojos se puso de espalda a la cama, y se entregó algo somnolienta a mis ímpetus carnales (yashao.) Desperté cada centímetro de su cuerpo con mi boca, hasta que se mecía a mi ritmo. Terminamos, y me propuse buscar mi ropa otra vez, ya había pasado media hora y mamá me iba a llamar tarde o temprano. Me vestí flash, le dí un beso de despedida y cuando llego al living, estaba mi amigo sentado esperándome. Salimos y confiesa que, gracias a nuestra bulla no solo no pudo dormir, sino que se calentó y más con la música, y folló con el amigo de la chiquilla. Placebo une picos con potos y chululis con chululis. Las tijeras con ella fueron lo mejor. 

6 comentarios:

  1. oye me gusta placebo :D buena entrada dominga, te conocere?


    saludos! escribe mas y mas y maaaaaas jkajkajakjakajkajak

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  2. Genial Dominga, Placebo me encanta y su musica es tan alternativamente caliente que seguro fue el mejor polvo de la vida.
    Molco es una mina rica con sorpresa y debe tener la culpa de muchas salidas del closet, femeninas y masculinas xD eso si, yo culpa más a las t.A.T.u.

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  3. porque no hacen una pagina en face pa seguirlos? ;( mejor un fan page q el face porq tenerlos como migos es muy notorio po :((( tomenlo como referencia!!!! ------





    OTRA MÁS DOMINGA! te exaba de menos hahaha sigue así porfa y no te vuelvs a ir!

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  4. Placebo, Portishead y Velvet Underground? Te Amo wna. Me haría hetero por ti (nunca tanto). Excelentes gustos musicales y buena entrada (siempre he dicho que tu como Andres saben de musica)
    - Uno de los wns del face

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  5. Buena entrada Domi, pero por alguna extraña razón la mina de tu historia me hizo acordar un montón a mi ex D: de hecho imaginé todo el tiempo que era de mi ex de quien hablabas! Estoy loca lo sé jahshj.


    Saludos!!

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  6. La verdad Placebo no es santo de mi devoción, pero culiar con every you every me es la zorra. chululis xD es la primera vez que escucho ese psudonimo pa' la chochi xD buena historia!

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