bigote de leche

Por Andrés





 Siempre me gustó ser menor de edad: sexualmente hablando, me sentía más deseado, más prohibido... como que los viejos se peleaban por mi carne, me agarraban por la espalda, me respiraban al cuello y tiritaban como queriendo decir "gracias, Señor, por este festín fresco que tengo entre mis manos" y ahí procedían a chupármela. Pero eso era a los 16, años antes era otro mi modus operandi.

 Paralelo a mi Fotolog con fotos mías sacadas con una Fuji que me compró mi viejo para mi cumpleaños 13, tenía un Sexyblog con fotos sacadas con una webcam rasca (creía que mientras más mula la cámara, más piola pasaría). En el Sexyblog establecía bien en el título "gay pendejo 14 años activo Viña" y entre peticiones de viejos de de todo Chile para que le desbloqueara mis fotos, tenía un grupo selecto de amiguitos de mi edad que también eran de Viña, casi todos emos y pokemones.

 Mis primeros polvos con weones a través de la internet fueron gracias al Sexyflog, pero no todo es tan instantáneo, y se fue dando de a poco todo esto de contactar a través del PC a maricas para penetrarlos. En esa época estaban de moda  los famosos "versus" a través del Fotolog, y de vez en cuando aparecía comparado con algún otro weón rasca auspiciado por Maui o Billabong, así que se podía decir que yo era algo famoso y conocido entre la otrora farándula juvenil pokemona-emo-minos surfers de Viña. Era amigo de todos y me llevaba bien con todos, a las chanas que me comía las llevaba a la casa a bañarnos en la piscina y me las tiraba en la pieza, después las mandaba a la mierda. Primeros carretes grandes, primeras incursiones con el copete, piscolas de Capel y Manquehuito y esas weás que tomábamos casi todos cuando pendejos.

 La weá bacán que me pasó fue la siguiente: Por el Sexyflog me hice amigo de un weón también de Viña que también estaba recién incursionando en todo y que también quería frotar su cuerpo con otro weón, al igual que yo, diremos que se llamaba Moisés. Nos agregamos al MSN y ¡SORPRESA! lo tenía en f/f del Fotolog, un surfista zorrón de 14 años del Colegio Hebreo. Con el flaco nos hicimos amigos, nos juntábamos en las juntas pokemonas afuera del mall cuando las hacían, y varias veces nos íbamos en cuatrimoto a las dunas de Ritoque a pasar la tarde, siempre sin tocarnos y sin hablar del tema.
 Nos llevábamos bien los dos, a veces iba a jugar play a la casa, yo iba a su departamento, nos encontrábamos en el McDonald's, pero siempre como amigos y nada más.

 Era un martes de junio, faltaban pocos días para que comenzaran las vacaciones de invierno, y los papás del Moisés tenían que viajar a Santiago a ver médico para el hermano chico de él, así que se quedó solo en el departamento y no se quería quedar solo, así que le pedí a mis viejos si me podía quedar con él en su depa, les dije que estaba su nana, pero era mentira: estaríamos los dos solos. Ambos sabíamos bien para donde iba todo, lo que no sabíamos era quién se lo pondría a quién primero.
 Mi vieja me fue a dejar a su depa a eso de las 6, antes de que cerraran el súper fuimos a comprar unas papas fritas, una pizza congelada, coca-cola, unos Maruchan y en una botillería chica compramos una caja de Manquehuito de piña. Provisionados nos fuimos a su departamento a jugar play, yo andaba aún con el buzo del colegio, la idea era que en la mañana me levantara temprano y fuera al colegio, pero los dos con el Moisés teníamos otro plan. Al final dejamos de jugar play y comenzamos a tomarnos el Manquehuito mientras veíamos Happy Tree Friends en el MTV. Los dos nos tomamos casi la caja entera de vino, y después comenzamos a hablar bien ebrios, ahí le pregunté que qué onda con el Sexyflog, que qué quería hacer conmigo, y se paró al frente mío, se bajó el buzo y me metió su pene en la boca, luego me paré yo, me subí al sofá y también le hice lo mismo. Terminamos los dos, frente a frente y bien ebrios en pelota en el living, con la calefacción prendida, tocándonos el pene y mirándonos a los ojos sin besarnos (implícitamente considerábamos que si nos besábamos nos convertiríamos en maracos). Yo dejé de tocarlo, él siguió masturbándome. Mientras me masturbaba me hablaba weás cerca de la boca, sintiéndole el aliento penca que te deja el vino con azúcar, se cagaba de la risa y me miraba caliente a los ojos mientras me masturbaba sin bajar la cabeza. Yo recuerdo haber estado estoico, contemplándolo a él, su pelo rubio y rizado, su cara perfecta, sus facciones casi griegas hasta que de pronto eyaculé y él se cagó de la risa. Me toqué el pene todavía viscoso, me llené los dedos con semen y en un movimiento rápido y sin pensarlo le pasé los dedos con semen por la boca dejándole un bigote de leche. Nos cagamos de la risa, con una servilleta limpié el piso mientras él se masturbaba en el sofá. Iban a ser las dos de la mañana, agarré mi mochila, puse la alarma del celular y me fui a dormir.

 En la mañana nos despertamos tarde, no tocamos el tema y escuchábamos un CD de Nirvana mientras limpiábamos el desorden. Desayunamos Chocapic, nos duchamos (aparte), nos vestimos y nos fuimos a nuestros respectivos colegios, care raja, a eso de las 10 de la mañana. No nos vimos por semanas porque comenzaron las vacaciones de invierno y él había ido con sus viejos a Brasil. En diciembre de ese año me enteré que se iba a vivir a Santiago porque sus viejos se habían separado. Del Moisés no supe más, Sexyflog ya no existe, y de seguro él todavía debe acordarse del bigote de leche que le hice, pero nada más... me lo imagino zorrón, alto, musculoso y rubio chaneando con minas por Bellavista. Debe ser todo un heterosexual el weón.