Me aburrí de esta weá

Por Andrés

 3 llamadas perdidas tiene mi teléfono celular. 

 Son las 1:55 de la madrugada del sábado 29 de junio y estoy sentado en mi escritorio, mascándome el honor.

 Esta semana comenzó todo a pedir de boca, con un deseo anhelado y condensado en un maricón rico, trasher y perfecto, desnudo en mi cama, durmiendo conmigo después de una noche de domingo de sexo, alcohol y drogas. Pero nada dura, nada es eterno y especialmente todo lo que se adquiere por internet dura siempre menos (hasta la ropa, hasta los orgasmos). 

 5 días estuve pensando en aquel muchacho de espalda perfecta, piel suave y blanca como la barriga de un erizo de tierra. 5 días en donde planifiqué un fin de semana dulzón, de marihuana y playa. Marihuana y carretes tránfugos. Marihuana y sexo. Todo pensado junto a él. 5 días en donde pensé directamente en el amor, en un anillo que compraría en nuestro 5° mes de aniversario para pedirle que fuera mi novio, anillo que por supuesto sería de plata porque entre lo drogado que estaba aún recuerdo que me dijo "yo amo las joyas de plata" mientras me mostraba sus dedos bañados en anillos toscos y ennegrecidos por el uso. 

 Esta tarde salí de la universidad tarde. Pilar se juntaría con sus amigas esta noche, así que me pidió pasar por el supermercado por un queso Philadelphia, gallletas crackers y un Disaronno nuevo (porque curiosamente el que había en la licorera me lo había tomado todo con ese weón el domingo pasado). 

 Compré todo como por inercia. Pagué, me subí al auto y me fui manejando no sé mierda cómo. 

 Todo el camino me fui pensando, pensando en mí, pensando en que me faltaba amor, pensando en que quizás tenía mucho amor, pensando en que me estaba castigando la santa porque en realidad tenía como cuatro personas que actualmente tienen ganas de estar conmigo pero yo con ellos no y wow, en un abrir y cerrar de ojos estaba afuera de mi casa. Si por accidente atropellé y maté a alguien en el camino no me di cuenta. 

 Pendejo que se parece al Gustavo me tiene muchas ganas. A él lo manejo como quiero, y cuando estoy caliente lo llamo y en cinco minutos lo tengo completamente sin ropa encima mío, desesperado por ganas que lo bese. Le acabo en la cara, algo de cariño en el pelo, me visto y me voy, dejándolo sucio, usado y quizás con ganas de volverme a ver otra vez. De él tengo 5 mensajes en Whatsapp que no he respondido y una de las tres llamadas perdidas de esta noche. 

 A eso de las 12:30 la Pilar con sus amigas agarraron sus carteras y se fueron a carretear. Como mendigo bajé a la cocina y me adueñé de una bandeja con sushi que sobró, una cerveza y me arrellané en el escritorio a comer. Dos amigos me invitaron a diferentes carretes pero no quería salir. Solo tenía ganas que el muchacho trasher y perfecto con el que dormí el domingo se dignara a responder mi mensaje en Manhunt y nada. En el mensaje le decía que si estaba libre algún día de estos podríamos ir a tomarnos una cerveza, pero el mensaje llevaba ahí días porque él no se conectaba. 

 Dos llamadas perdidas de mis amigos para preguntarme que qué onda. Mensajes en el Whatsapp diciéndome que me estaban esperando y yo sin ánimo, solamente ganas de irme a dormir. 

 Me comí las sobras de sushi y me quise ir a dormir, cuando de pronto lo veo a él conectado en el Manhunt y alma me volvió al cuerpo. En el lapso de 10 segundos planifiqué toda mi noche con él, una noche tan mágica que si no terminaba enamorándolo era porque este weón no era homosexual. 

 "Verá mi mensaje y me pedirá que salgamos los dos" y estuve media hora pensando en cómo y en dónde nos juntaríamos cuando de pronto se desconectó. Con algo de miedo revisé la carpeta de enviados para darme cuenta que en realidad leyó mi mensaje y lo borró. 

 Con el corto entusiasmo que tengo me digné elegir entre dos weás:

 -Agarrar un taxi ahora, e irme a la mierda a hacerme mierda esta noche.

 -Acostarme ahora a dormir y mañana levantarme temprano a entrenar para sentirme vivo y bien conmigo mismo.

 Solo yo sé qué haré esta noche. Me hace falta amor, pero no amor fraternal ni paternal. Quiero amar, quiero amar a un hombre. 

 No he ido al terapeuta, pero aún así solo me estoy sanando a mí mismo. Lentamente voy progresando, esta semana me di cuenta que soy gay y no bisexual. 

 Adiós maricón perfecto, te perdiste de algo muy bueno.