Stoned

Por Andrés

 Poncho estuvo de cumpleaños el sábado. Esa misma noche hicieron una fiesta acá en el quincho con todos los amigos, los compañeros de trabajo, de la U y nosotros, los cinco como siempre (más el agregado del inútil del esposo de la Rosario). El carrete fue brutal, comimos como locos y con mi hermano nos sentamos a tomar whisky hasta las 6 de la mañana. Nos despertamos todos muy tarde, a eso de las 4. Almorzamos juntos y luego siesta. Antes de irme a acostar un rato en la cama a pasar la caña veo que en el Whatsapp tenía un mensaje del Caco. Caco fue mi mejor amigo en la escuela (una vez hablé de él en el otro blog, recuerdan... eso del Voleyball?), nos habíamos dejado de hablar hace mucho tiempo atrás, pero hace tres años que volvimos a juntarnos como antes.

 Bueno, la cosa es que había venido a Viña y me invitaba a la playa a fumarnos un caño. Nadie más quiso ir con nosotros, así que fuimos los dos solos. Le pedí a mi vieja que me prestara el jeep con el pretexto de ir al mall a vitrinear ropa y me pasó las llaves. A las 5:30 lo pasé a buscar a su casa y nos fuimos a la playa. Mientras buscábamos un estacionamiento por el sector del Muelle Vergara se puso el sol en el horizonte y nosotros exclamamos al unísono un profundo y loco "AWESOME".

 Oscurecía de a poco, caminamos por la arena fumándonos el caño y después nos sentamos en unas reposeras a escuchar el Mellon Collie de los Smashing en un parlante portátil que llevé yo. Estábamos volaos volaos, pa la cagá de volaos. Reímos, tomamos leche y galletas, reímos, reímos, reímos y hablamos weás de volaos. Iban a ser las ocho, estábamos cagados de frío: los dos llevábamos de abrigo una camisa de franela encima y nada más. Nos subimos al jeep, prendimos la calefacción (que no sé usar porque tiene muchos botones) y manejé por la ciudad para despavilar un poco: íbamos flotando. No sé por qué me dieron las ganas de ir al Jumbo a buscar un DVD de Franz Ferdinand que había visto unos días atrás. Quería comprarlo, así que me moví por la ciudad rumbo al Jumbo, a vagar ahí a comprar música.

 Llegamos al Jumbo no sé cómo, pero llegamos. Primero pasé por la Cruz Verde a comprar unas gotas para los ojos rojos. Después de ahí entramos al Jumbo, luego salimos, después volvimos a entrar y volvimos a salir para ir al baño. En el baño me encontré con un weón conocido, lo saludé, nos lavamos las manos el Caco y yo, y nos echamos las gotas en los ojos. Luego volvimos a entrar al supermercado.

 -Mira weón, ¡ROAD STORY DE FUGUET!

 -Si weón, si el Jumbo tiene buenos libros. El otro día encontré uno de la María Olivia Monckeberg sobre Karadima y me lo robé.

 -Wuaaaa, de la María Olivia Monckeberg sobre Karadima acá en el Jumbo, weón la raja ooohh. Espera un poco, ¿te lo robaste? wuooo, brígido.

 -Sí weón, qué, ¿tú no hací esa weá?

 -No weón, me da julepe. A veces me como algo o a lo más le cambio las etiquetas a los CD, pero no robo weás.

 -Puta, te has perdido de la weá más bacán de la vida. Weón, robar weás es bacán y rico. Si querí yo te enseño.

 -Pucha, pero igual ahora ando volao y más encima robando, no sé weón, sería la weá más penca que me pillaran y me llamasen a mi viejo diciéndole que me pillaron volado y robando en el Jumbo. La weá fatal.

 -Ya weón si te cacho, entonces vengamos un día de estos y te enseño a robar weás del Jumbo, es re fácil.

 Nos fuimos a donde están las góndolas con CD's. Ahí algo volados estábamos los dos buscando entre una chorrada de cd's el DVD específico de Franz Ferdinand. El Caco llevaba un pantalón negro apitillado, una camisa a cuadros café y unas Converses azules. Yo llevaba una camisa verde, un pantalón azul y mis bototos CAT cafés. Estábamos como sacados de un capítulo de Daria, con el pelo desordenado y sin afeitar, drogados, con la ropa más trasher que podíamos tener y hablando puras weás.

 Seguíamos buscando el DVD cuando se nos acerca un viejo, un viejo alto, rubio, de 70 años aproximadamente. Nos mira a los dos y nos metió conversa mientras escarbaba los DVD's Nos preguntó qué edad teníamos, que si estudiábamos o no. El Caco estaba feliz hablando con el viejo y yo solo seguía buscando mi DVD rápido para irnos luego de ahí.

 -Esto es lo que buscaba yo, esta película se llama "The Crater Lake Monster", la vi cuando era joven y no asustaba a nadie jajaja. La compré porque quería tenerla, me trae buenos recuerdos, es chistosa. La compraré, si quieren los invito a verla en mi departamento.

 -No gracias, no podemos, debemos irnos a casa. Un gusto hablar con usted, señor- y agarré al Caco y me lo llevé de ahí.

 El Caco realmente no sabía lo que pasaba, pero yo sí: El viejo este sabía que estábamos volados y pensó que eramos de esos típicos pendejos drogadictos que hacen lo que sea por más plata para drogas. El viejo quería follar con nosotros dos.

 Cuando el Caco entró en razón y se dio cuenta de verdad lo que había pasado, los dos estábamos en el último pasillo del Jumbo, cerca de los Snacks y bebidas. En el momento que el viejo nos ofreció irnos a su departamento con él me acordé que el DVD lo había visto en un rack en el pasillo de los snacks junto con otros DVD también de conciertos en vivo.

 Ya con el DVD en la mano, comprado y pagado, nos devolvimos al estacionamiento. Iban a ser las 10 de la noche, el efecto de la marihuana se nos había pasado, estábamos conversando con normalidad. Cuando nos acercamos al jeep y abrimos la puerta, unos tres espacios más allá estaba el mismo viejo que nos metió conversa, en un Mercedes plateado descapotable, escuchando Don de Miranda (sí).

 El viejo nos miró, le dio otra vuelta más a la bufanda y se fue. Con el Caco quedamos marcando ocupado, realmente de verdad el viejo quería algo con nosotros y todo lo que había pasado no era una volada loca de un drogadicto borderline algo fantasioso e imaginativo, osea yo.

 -Debimos haberle dicho que sí, que sí queríamos ir a ver la película, pero debimos pedirle también que nos comprara los libros que queríamos, algunos CD's, copete, comida y condones.

 -Debimos haberle pedido esa weá y después salir corriendo con más de 50 lucas en weás.

 -Fuimos muy weones, en vez de andar robando cagás chicas a una corporación sin rostro, debimos haberle robado muchas weás a ese viejo pedófilo.

 -¿Para la próxima?

 -Para la próxima sí o sí.