PedroPiedra te amo tanto

Por Andrés

Te amo te amo te amo te amo te re contra amo

 Primero, y antes que todo, quisiera saludar a todos mis lectores porque son la raja, más aún si comentan: que rico es tener feedback, weón oh! Si no he respondido comentarios no ha sido porque no me interesan, sino que porque estoy todo el día administrando el blog desde el celular y a veces doy de alta algunos comentarios desde ahí imposibilitándome a responder, pero los leo TODOS y los aprecio absolutamente mucho harto.

 Amores platónicos tengo muchos, onda en la calle, entre mis amigos que no cachan niuna de mi bisexualidad, compañeros de curso, lectores del blog, amiguitos del blog y weás, pero me permitiré hablar esta vez sobre mi gran amor platónico PedroPiedra: El Compadre Moncho de la música chilena.
 A la mayoría de mis amigos indie les caen pésimo Gepe, Alex Anwandter, Astro y toda la oleada de la nueva música chilena, pero todos aman a PedroPiedra... es que es IMPOSIBLE NO AMARLO.

 Bien sé que PedroPiedra no es el minazo como lo es Andrés Nusser, pero es que el flaco Pedro la lleva en el sentido que se gasta un carisma tan bacán, es más talentoso que saber tocar la guitarra con el pene, le cae bien a todos, canta tan rico, sus composiciones son perfectas, sus álbumes son orgasmos compactos (guardo bajo siete llaves el Cripta y Vida) y lo más bacán de todo, fue colaborador en la elaboración de la música de 31 Minutos.

 PedroPiedra no es mino. PedroPiedra es un niño. PedroPiedra es el compañerito índigo que todos tuvimos alguna vez en el colegio, el mejor compañero, el amado por todos, el que llevaba dos colaciones, dos cartulinas: una para él y la otra para quien la necesitase. PedroPiedra es el lolo naíf que todos quisiéramos tener de pololo, aquel muchacho que todos deseamos para que nos suba el ánimo cuando estemos con las bolas hasta el piso de chatos por el mundo.
 A PedroPiedra yo le amo, le amo tanto que lo deseo, lo deseo para mí. Hay veces que me lo imagino ebrio, pasado a Baltica y a cigarrillos, cantándome "Vacaciones en el Más Allá" al oído, sintiéndole su aroma a almohada pegada, en una tarde soleada en la orilla de una piscina, sin más preocupación alguna que la de poder armar bien el próximo pito. A PedroPiedra lo bacilo, vez que puedo pongo su música hasta en el carrete más reggaetonero con el simple hecho de bacilarlo solo, en el medio de la pista, coreando cagado de felicidad sus canciones y bailando contento.

 PedroPiedra, Andrés Ossandón te ama, te ama tanto que quisiera que fueras gay, onda así para mandar el mundo a la mierda y convertirse en tu grupie N°1