Abrelatas

Por Andrés




-Puta la weá, se me rompió el abrelatas.

Estábamos todos los compañeros de curso tomando unos tragos en el departamento del Pablo. Muchos habían llegado de Santiago por las vacaciones de invierno, éramos hartos los que teníamos ganas de carretear así que ayer sábado hicimos una previa antes de ir a la disco.
Mientras el José Pedro habría un tarro de palmitos se le desarmó el abrelatas en sus manos. Eran las 11 de la noche, estábamos preparando el picadillo cuando se nos desarmó el único abrelatas del departamento.

-Weón, falta abrir el otro tarro de palmitos y los tres tarros de fruta picada para hacer el trago especial del Pablo. Es el único abrelatas.
-¿Y si vas a buscar uno a tu casa?
-¿A mi casa? ¿Agarrar el auto, manejar media hora para ir a buscar un abrelatas? no weón, prefiero ir a conseguirme uno con algún vecino.
-El Pablo no conoce a ningún vecino.
-Filo, iré igual, no le tengo asco a pedir favores.

 Salí de la cocina, agarré mi chaqueta y me fui departamento por departamento golpeando puertas. Golpeé 6 puertas y no salió nadie. Bajé dos pisos y nada. Una sola mina me abrió la puerta y me dijo que no tenía (en realidad creo que no me quiso prestar porque le di una mala impresión). Llevaba un buen rato como mendigo por un abrelatas en un edificio a orillas de la playa. Casi nadie vive permanentemente en los departamentos del sector costero. El edificio entero queda vacío en invierno, salvo el Pablo y otros tipejos más.

 12 departamentos y nadie me prestó un puto abrelatas. El Pablo vive en el departamento 114, de weón no golpeé el 113, puerta colindante. Ya cansado golpeé y me abrió la puerta un hombre, un hombre de quizás 30 años, alto, delgado, barbón y de lentes. No bien abrió la puerta supe de inmediato que era gay. Era mino en su estilo, como onda mino astrónomo o ingeniero comercial. No era mino de letras, era más bien mino de matemáticas y de haber estudiado en la Federico. Masculino, tenía un botellín de Budweiser en su mano, me miró como emocionado, como que su noche aburrida y solitaria de sábado se había vuelto divertida.

-Hola, perdóname, soy del 114 y quisiera pedirte un favor ¿por casualidad no tienes un abrelatas?
-Ooh, amigo no, no tengo. Es que sabes yo no como ni cocino acá, lo único que tengo es un destapador de botellas, espérame un momento que te lo paso.

 Y me pasó el destapador de botellas como si fuera de mucha utilidad. Pero no me lo pasó por wear o para que me fuera de su puerta para dejarlo tranquilo, él quería que me quedara conversando. Se notaba su homosexualidad porque me estaba coqueteando. Me empezó a contar que cuando era más joven iba a acampar con sus amigos a El Tabo, que cuando no tenían abrelatas abrían las conservas con un cuchillo dentado. Ahí con sus dos manos haciendo el gesto de como era la técnica. Llevábamos diez minutos conversando, me quería hacer pasar pero le dije que no podía, pero que siguiera contándome la historia. En parte me estaba embriagando en el vaho aromático que emanaba de su departamento, un aroma tibio, dulzón, aroma a hombre solo y despreocupado que a pesar de todo no huele tan mal. Se notaba que estaba nervioso, se notaba que me tenía ganas y quería entablar una conversación bien larga conmigo. Él estaba solo y yo podría haber sido ese alguien que le hubiese alegrado la noche. Perfectamente podría haber pasado, conversar un momento, tomarme una cerveza con él y darle mi número. Quería conocerlo, quería pero en la mala abrió la puerta el José Pedro y me encontró de frentón conversando con el vecino. Me dijo que la Cata traería un abrelatas, que entrase y que dejase a los vecinos tranquilos. Ahí el José Pedro me miró como extrañado, yo me sentí como si me hubieran pillado robando o algo. Tenía como vergüenza de que me hallan pillado coqueteando con el vecino, como que me asusté y corté la conversación.

 -Me tengo que entrar. Muchas gracias de todas formas.
 -No, no te preocupes... me llamo David
 -Yo Andrés, mucho gusto.
 Nos estrechamos las manos y nos miramos como con lástima. Perfectamente hubiera sido la primera vez conociendo a otro homosexual sin ayuda de la internet. Mi primer coqueteo abiertamente hueco.
 David se despidió y no cerró la puerta.. Mientras yo cerraba la puerta él me sonreía y me dijo

 -Que la pasen bien, si les soy útil en otra cosa solo avísenme.

 El próximo viernes iré a las 7 de la tarde a dejarle un abrelatas de regalo, una excusa perfecta para conversar más ¿no creen?


14 comentarios:

  1. jajaja una buena excusa para entablar la conversacion...vo dale!! jaja

    P.D. si vas y conversas con el....pregúntale si es fotógrafo
    atte: Nicolas V

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  2. Son las 2:45 a.m. Y llegué a este blog por cosas del mentholatum...edo fue hace cerca de 1 hora y mas. Leí todas tus historias son geniales y me sentí muy identificado en varias. Tengo q levantarme a las 7 pero no importa dormiré entretenido por tus historias....eres genial.

    Un abrazo

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  3. creo que comenté en la entrada equivocada. pero bueno, llénate de amor y sé feliz.

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  4. Será pecado ser mujer, leer esto y que te entretenga tanto?

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  5. Definitivamente no es pecado ser mujer, leer a Andrés y pasar horas leyendo sus entradas! son geniales, lo sigo desde aproximadamente un año! y tambien soy mujer :D


    ajajajajaj Andrés eres un coqueto! pero me encanta, voh dale no mas ;)

    un abrazo
    Clau...

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  6. Podría ser una señal divina ahahahaha ;)

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  7. Podría ser una señal divina, ahahaha ;)

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  8. Que genial, escusa perfecta para conocer a alguien jaja hola te traje el abrelatas que no me pudiste prestar el otro día. Harta Perso Andrés.
    Bueno como siempre

    Una abrazo.

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  9. Dale nomás, webea un rato y diviertete, un abrazo

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  10. me encanto tu blog y las canciones que pones :D escribe masss xd

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  11. Estoy con la intriga de saber qué pasó con la llamada...

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  12. Estoy con la intriga de saber qué pasó con la llamada

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  13. awwww vo dale por favorr!

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  14. Cuenta luego. Le tengo fe al vecino, así que llévale un abrelatas y quizá algo más, jejejeje.

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