Pasajero

Por Andrés


 Día 1:

 Martes 9 de la noche.
 No sé qué hacía en mi escritorio. No sé qué buscaba. En una ventana abierta, el Gaychat. Tenía ganas de hablar con alguien, de irme a vagar por la noche a algún rincón verde de la ciudad y sentarme a conversar, escuchar otras experiencias, reírme un rato.
 11 de la noche. No sé por qué seguía el chat abierto, yo ya estaba ensimismado en las Modalidades de la Comunicación No Verbal y sus implicancias. Un icono destellante en la barra de tareas del computador me señaló que tenía una conversa previa:
 "Vivo cerca tuyo. Busco lo mismo que tú".
  Le di mi número, conversamos un rato.

 Cerré el computador, guardé los libros. Me cepillé los dientes y en mi auto me fui a una plaza cercana a mi casa. Me estacioné, me apoyé en el capó del jeep y fumé, sin prisas, tres cigarrillos esperándolo.
 Al rato después, frente a mí, se paró él: Piel clara clara, cabello corto, castaño. Polerón blanco, jeans azules, mirada familiar, mirada muy familiar.
 Le ofrecí un cigarrillo y conversamos no me acuerdo de qué. Le pregunté si estaba solo en casa:
  -Llevo dos semanas solo en la casa. Mis viejos están en Europa.
 Ipso facto, sus ojos me miraron y ahí descubrí lo familiar de su mirada: él estaba solo en el mundo al igual que yo.

 Estar solo es un placer, es un lujo para estos tiempos. Pero a veces estar solo por mucho tiempo es pernicioso, pasar de encontrarse solo a hallarse solo es triste, es un sentimiento que cala hondo en el pecho y dificulta respirar. Éramos dos extraños en el medio de la noche, solos, en una ciudad cautivadora y embriagadora que todo lo puede. Le miré fijo, me dijo algo que solo asentí. Le pregunté si me llevaba a su casa, tenía ganas de algo más que conversar. Accedió, en mi auto seguí su auto, cuadras más allá estacionamos y entramos.

 No tenía cervezas para ofrecer, solo un poco de Chirimoya Colada Campanario. De la licorera sacó dos vasos, hielo y me sirvió aquel elixir cremoso. En el living de su casa nos sentamos cerquita el uno al otro. Nos miramos a los ojos, sorbimos nuestros vasitos y ambos sabíamos a dónde iba todo. Minutos después lo tenía completamente desnudo en su cama, su espalda fresca y suave entre mis manos, sus labios húmedos con los míos, su lengua juguetona saboreándome y yo saboreándole a él.
 La horas pasaron en un sexo bien hecho, bien ejecutado, tan bien practicado que cuando iba manejando mi jeep camino a casa me aplaudí, y me sentí orgulloso de mí mismo. Un polvo perfecto, polvo bien hecho, polvo para contar. Pero a pesar de todo tenía pena, mucha pena. No quería que aquel polvo fuese sin sentido, solo quería una pizca de amor.

Día 2:


 Miércoles 6 de la tarde:

 Amigo al que conocí en el Gaychat y con el que he compartido caños me llama para ir a carretear a la habitación de un motel: Droga, alcohol y sexo de por medio. Yo venía recién saliendo de la universidad, no tenía ánimos de nada, tuve que declinar. Cinco minutos después me llaman de nuevo, esta vez era el mismo mino con el que tiré la noche anterior.

 -¿Cómo estás?
 -Bien, vengo recién saliendo de la u, voy manejando a mi casa.
 -Oye, ayer prometiste venir al día siguiente, con marihuana.
 -¿Sí? pucha no tengo marihuana.
 -Me da lo mismo la marihuana, quiero verte a ti.
 -Naaaah, ¿en serio?
 -Sí. Esta noche saldré a carretear, pero antes juntémonos a conversar un rato. Estaré solo hasta mañana 31, que llegan mis primos de Santiago.
 -¿Qué propones?
 -Previa, unas chelitas y después te vas y yo me voy a mi carrete.
 -Dale, a las diez me pasas a buscar al mismo lugar de ayer, no saldré en mi jeep porque tomaré.

 Me bajé en un Santa Isabel y compré un sixpack de Heineken. En la tabaquería unos puchos y me fui a mi casa a hacer tiempo, sin saber qué pasaría.



  Miércoles diez de la noche.
 Duchado y bien vestido, con mi mochila cargada de cervezas, condones y lubricantes, me senté en la plaza en donde nos habíamos conocido la noche anterior a esperarlo. A los minutos después pasó a buscarme en su jeep zorrón, con la Radio Carolina prendida a todo chancho. Me subí sin pensarla y cuadras más allá nos bajamos.
 No bien llegué a su casa saqué las cervezas heladas y brindamos. Me llevó a su pieza, fumamos y conversamos de la vida. A la hora después estaba metiéndosela a buenas y a primeras como en la noche anterior. De pronto me pidió que parase. Sacó un pucho de la cajetilla y desnudo fumó. Con un cigarrillo en la mano me dijo:

 -Ayer me sentí vacío. Te fuíste y me sentí vacío. No me gusta sentirme así, pensé que ayer sería mejor.
 -Mejor como qué.
 -No sé, pensaba que sería algo más especial. Tú eres mi primera vez.
 -¿No crees que será especial que después de este polvo te vayas a carretear, con el medio orgasmo contenido en el cuerpo?
 -No, quiero que esta noche sea especial. Quiero pasar esta noche contigo, no quiero estar más solo.

 Y en sus ojos me observé a mí mismo: solo y deseando amanecer con alguien. Me dieron ganas de llorar, no le dije nada, solo atiné a quitarle el cigarrillo de las manos y fumarlo con un poco de nerviosismo. Se acercó lentamente a mí y me robó un beso.
 Sonaban los mensajes del Whatsapp en nuestros teléfonos. Agarré el mío y lo apagué. Con la voz más sincera que tengo le dije:

 -Esta noche será nuestra, apaguemos los celulares y dejémonos llevar hasta donde nuestros impulsos nos lleven.
 Apagamos nuestros teléfonos, pusimos la Futuro y nos besamos, recorrimos nuestros cuerpos con nuestros dedos y en aquella habitación en aquella casa vacía nos dimos amor, como si ya de amor hubiésemos hablado.

 Jueves 2 de la mañana.
 Su piel y mi piel formaban un conjunto perfecto. De sus poros brotaba el aroma brutal de su esencia, me embriagaba mientras le besaba su cuello con locura, mientras le mordisqueaba suavemente su oreja. La música nos acompañó esa noche: Santana nos auspició un momento perfecto.
 Le besé hasta que hallé el nirvana. En su cama yacíamos los dos deseándonos con algo más que locura, el tiempo no nos gobernó durante esas horas. Mis manos suaves domaron las colinas de su espalda, constantemente llevaba mis labios hasta su pecho y le besé, mientras que por la ventana corría la llovizna espesa que baja de las nubes todas las noches en las ciudades costeras. No me importó nada más que él, sólo él me hacía feliz, su risa, su cara mirándome con pasión, yo entero hecho para él, y él para mí. No quería penetrarlo, yo solo quería darle mi cariño en forma de besos y tacto piel con piel. Sus sábanas me envolvieron como manto sagrado, la noche entera hecha para nosotros dos. Horas y horas pasaron, la Futuro se puso fome a eso de las 6:30, yo me paré y puse la Rock&Pop buscando algo mejor.

 Nuestros labios llevaban saboreándose 30 segundos cuando en la radio sonó una canción de Pedropiedra que nunca había escuchado antes. Le besaba con intensidad mientras por mis oídos penetraba la letra y ritmo de la canción. Todo me daba sentido, él me daba sentido, la letra me daba sentido. El sol aclaraba lo morado del cielo, el frío llegó hasta nuestras pieles, solo nos abrazamos y seguimos besándonos. Mis manos recorrieron sus cabellos. Tenía ganas de llorar, él me abrazó profundamente y con su oreja en el lado izquierdo de mi pecho durmió. Sin buscarlo, esa noche vi el amanecer con él.

 Aquella noche fuimos dos extraños solitarios buscando el amor en un lugar en donde el amor no se halla. A las 10 de la mañana abrí mis ojos y lo vi vistiéndose. Entré al baño, enjuagué mi boca, me peiné un poco. Me vestí, agarré mis cosas y me fue a dejar a mi casa.

 -Fue la última noche en la que me quedaré solo. No nos veremos más.
 -Eso es lo que tú crees. Yo seguiré buscándote.


18 comentarios:

  1. Wn <3 no lo dejes ir !!! Que lindo que romántico :P. Saludos desde ciudad penquista :D

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  2. Pa' variar, una historia redondita. Te felicito, sinceramente porque de una u otra forma encontraste lo que buscabas, onda lo que necesitabas en esencia, eso que en verdad nadie se ufana al alcanzar. Espero con ansias tu libro, y porqué no, algún cañito compartido por ahí, en la buena onda.
    No puedo dejar de decir, y quizás mancillando tu estampa zorrona-lais, que mientras leía uno de tus párrafos no pude pensar en otra canción que la que te dejo a continuación, con picantería kitsh rasca:
    http://www.youtube.com/watch?v=3BNhvUNf2yk

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  3. Andrés weon buscalo! No dejí pasar esas oportunidades. Es bacan sentirse acompañado y amado.
    pd:se me llegó a parar cuando vi una nueva entrada tuya

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  4. aowww mierda! que bacán esta historia, es triste y romántica a la vez, pucha Andrés! ojalas se sigan viendo y algo bonito salga de esto, como dices, estar solo es algo bacán, pero no por mucho tiempo, a veces compañia es lo mejor!

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  5. Wn, me hiciste llorar :( aprovecha el momento, no lo dejes ir . slds de conce :D

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  6. Wena maricón.
    Te amo weón, de verdad, no dejes de escribir.

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  7. AY ANDRESITO, TE ESTAY ENAMORANDO.
    no sabi cuanto tambien me identifique en esta parte " Estar solo es un placer, es un lujo para estos tiempos. Pero a veces estar solo por mucho tiempo es pernicioso, pasar de encontrarse solo a hallarse solo es triste, es un sentimiento que cala hondo en el pecho y dificulta respirar"

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  8. Por la chucha, escribes tan hermoso, te chuparía los dedos.
    Sigue al cabro, no lo dejes porfavor.

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  9. Andrés tengo unas historias que contar y no se como me estoy ahogando con esto enserio. Te enviaré un inbox al fcbk con detalles y todo necesito desahogarme porfaaaaa :)

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  10. Que la raja que volviste! No lo he leído aún, lo haré cuando nadie me esté mirando. Saludos!

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  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  12. Conchesumadre!!! Es la entrada más linda que he leído, hasta ganas de llorar. No pierdas esta oportunidad pk a veces no vuelven, beso.

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  13. Me encantooooooooooooooo, super tiernos, amense, de verdad, buscalo que tiene, haganse compañia, asi no estaran solos, cuídate, escribes super bonito.

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  14. ya no se de ella ni por myspace (8)
    oye andres donde estay, no blog, no twitter, no feibu

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  15. Que lindo! por un momento me hiciste creer en el amor con tu historia, a veces pienso que ninguno se interesa por nadie, sólo por si mismos. Un beso y abrazo...ojalá la historia entre ambos continue!

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  16. Ya no sé si entras al blog, o lees los mensajes. Es la primera vez que te leo y te econtré genial. Esta entrada es la novena que miro (sin orden previo) y aunque eché de menos la franquedad del lenguaje vulgar (fuiste más escritor que bloguero), me dieron ganas de haberte conocido. No tengo ni la plata, ni el Jeep, ni la onda, pero sí la misma calentura, pero más oscura y sucia.
    Me hie adicto, espero que no te aburras de entrar y me sigas representando.
    Por cierto, me encantó lo del gringo y tu amor. Aplausos.

    G.

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