cola

Por Andrés

 Todos amamos año nuevo: Tú, yo, tu madre, tu padre y todos en casa (excepto las mascotas, las mascotas sufren). Como les contaba, siempre he pasado las fiestas de fin de año en Ciudad Abuelos y no en Viña. Después de haber terminado los trámites, después de haber carreteado lo suficiente en Viña, el lunes temprano con mamá nos devolvimos a Ciudad Abuelos en mi auto. Llegamos cargadísimos de cositas de cocktail, cotillón, comida, un pavo gigante y mucho trago. Las doce de la noche y feliz año nuevo, que se te cumplan todas tus metas, éxito y felicidad y salud y qué rica la champaña, no te vayas a ahogar tragándote esas uvas. Me puse bonito a pesar de que estoy venido a menos, hice sobremesa un rato, tomé unos traguitos con mis primos y familia, hermano se fue a zorronear con sus amigos a una disco, y a eso de las tres agarré mi jeep y me fui a carretear con una ex andante con la que nos llevamos la raja. La pasé a buscar, compramos cigarrillos en una servicentro y cargados de copete nos fuimos a la casa de un conocido a carretear con los amigos. Gangnam Style, Skrillex y weás. 

 A eso de las 5 se desaparece mi ex andante, pero yo estaba haciendo de las mías, dando trago a expensas mías y derramando sensualidá. A la media hora me llama la chica y me dijo que saliera, me estaba esperando afuera del auto y me llevó a otro auto estacionado, un lindo Renault Megane amarillo. Ahí habían puros hombres, el dueño del auto era un estudiante de medicina de la católica, subió los vidrios y sacó marihuana para todos. Hicimos un indoor masomenos, quedamos locos locos escuchando La Renga, volados y happy. Pásame de la guantera el manual del auto- le dijo el anfitrión a la chica, y ella algo atontada se la pasó. Un bolsita con moño se sacó el tipo y vamos tirando líneas con la credencial de la u. Jalamos, y mucho, uno de los presentes empezó a sangrar por la nariz, pero todos felices. Sentí un frío intenso en la cabeza, cara, torso, brazos y piernas, estaba drogadísimo. Uno de los del carrete nos golpea con furia el parabrisas, venía cargado de copete, vasos, bebida y hielo. Nos dijo rapidito que el carrete había funado y con cuática, así que cambio de planes, nos fuimos a otro lado. Sígueme, me sé un atajo en donde no nos pillarán los pacos- me dijo el del Megane amarillo, me bajé del auto, me subí al jeep y lo cargué de weones que no conocía muy a fondo. Luego de unos minutos llegamos a otra casa, muy cerca de la casa de mis abuelos. 

 Nos bajamos todos, era ya de mañana. La casa era algo pobre, pero el patio era grande, un prado bonito, árboles frutales, sillas y mesitas para todos, luces y música de los ochenta. Era un carrete de gente adulta, pura gente algo wasted, típicos profesionales de la educación algo treintones. Yo entré algo confundido con una botella de Stoli en las manos, una mina algo vieja, ojerosa y con mal aliento me ataja no bien entré al carrete. Sin haber hablado antes, sin habernos dicho nada viene y me dice "Tú eres cola" y quedé marcando ocupado. Primera vez que alguien me dice así con tanta soltura de cuerpo que me encontraba cola. Ni mis mejores amigos, ni mis viejos, ni nadie me había dicho antes "cola". Qué mierda te hace pensar que soy cola, me conoces de antes?- le pregunté, y ella me dijo que nisiquiera sabía como me llamaba, pero pudo asegurar que era maraco. 

 El carrete se me acabó ahí, en ese momento, para mí. Me tomé otro trago, me fumé otro pito, dejé mis cigarrillos encima de una de las mesas, agarré mi chaqueta y me fui de ahí caminando: dejé el auto estacionado porque sabía bien que si manejaba lo iba a chocar. Llegué a la casa, todos dormían, eran más de las diez de la mañana, del refrigerador saqué algo de jamón y unos tapaditos que habían sobrado del cocktail. Me fui a acostar con la boca llena de comida y la pensé harto rato antes de dormir, mientras peleaba con lo que estaba tragando.

Quizás no estoy pasando tan piola como pensaba.

PD: Maraca, yo sé que lees el blog. Maraca, hace menos de un mes que terminamos, te hiciste la dolida, me hiciste feroz escándalo, y mis amigos me cuentan que en año nuevo te culearon en la arena a vista y paciencia de todos. No me da pena, me da lástima y un poco de vergüenza que todos mis amigos te hayan visto en esa volá y que sepan que alguna vez tuve algo contigo. Pero tranquila, no te diré nada, en realidad ahora me das lo mismo y me siento aliviado por haberte dejado. 

PD2: Tienes mal aliento y te dejé por fome en la cama.