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Sí, ése es el timbre. |
Tópico recurrente en este nuevo blog es hablar de mi ex polola, pero es preciso hablar de aquella semana en la que terminé con ella y me fui de juerga hasta morir. Recuerdo una de esas noches volver de un carrete a las 5 de la mañana. Muerto de hambre, subí a acostarme a mi pieza con una cerveza y una sopa Maruchan de Camarón y Chile Piquín, y prendí la tele porque a esas horas en el Mtv dan Daria o Beavis o esos monos que la llevaron en su época. No había Daria, pero sí una weá de un mijito ultra rico mega indie que salió a carretear en una bicicleta y llega al bar y empieza a tomar shots de tequila como loco con una mina rubia terriblemente penetrante. La cosa es que hubo una escena de sexo en donde el weón se lleva a una mina a su departamento y se la empieza a tirar con el refrigerador abierto. La trama siguió hasta que en la mañana cuando despertó el weón, se dio cuenta que la mina se había llevado la ropa de él. "Trofeos de guerra" dijo una mina en otra escena, contándole que por lo general la gente que tira con desconocidos se lleva algún recuerdo. Ahí en ese momento casi doy vuelta la asquerosamente picante sopa de fideos en la cama, una idea se me fue a la cabeza: comenzar a tomar Trofeos de Guerra cada vez que tire con alguien.
Pasaron los días, me fui de viaje, pocos polvos pero polvos hubo. Se me había olvidado por completo esa noche de locura, así que no tomé en cuenta eso de robarme cosas inútiles de las casas de los maricones con los que tiré. Hace pocos días -después de Navidad- con mamá nos devolvimos por algunos días a Viña para terminar algunos trámites de la U, así que luego de manejar toda la mañana, en la tarde me conecté a mis plataformas para tirar con alguien y encontré rápido a un maricón pasivo: un tipo de 29 años peludo, masculino y con lugar. "Encontrémonos en la Shell y nos vamos para allá, yo ando en un Peugeot 206 blanco" me dijo, y yo me enjuagué las presas, me cepillé los dientes, Chanel en el cuello y agarré las llaves de mi auto y me fui a la Shell a encontrarme con él. "Es una oficina a diez minutos de aquí, sígueme" y me llevó por unas calles que me llevaron al lado oscuro y sórdido en que las dos ciudades se juntan en una población marginal-marginal. Me hizo señas y nos estacionamos afuera de un colegio municipal en una población "humilde". Era tan humilde el lugar que dejé la billetera en el auto, desmonté la radio (cosa que jamás hago) y guardé todo lo visible en el maletero, en eso estaba hasta que veo que el tipo agarra llaves y abre la puerta del jardín infantil del colegio. No lo podía creer, la oficina a la que me llevaba era nada más ni nada menos que una Sala Cuna. Ya estaba muy lejos de casa, aburrido, lateado, le di igual, me lo culié rápido en la oficina de la directora y me vestí. Él se lavaba en el baño de los niños mientras lo esperaba a que me abriera la puerta. Como un rayo me acordé de aquella noche, de los "Trofeos de Guerra" y mi corazón comenzó a latir más fuerte. Sólo escuchaba como se lavaba las manos en el baño, como corría el agua y vi una billetera, llaves, un reloj Casio de metal, un Iphone y papeles encima del escritorio que otrora sirvió para culearmelo. En una esquina, al lado del computador, había un timbre que decía Sala Cuna y el nombre del colegio. Hermoso precioso tesoro, lo agarré rápidamente y me lo metí al bolsillo. Me abrió la puerta, me despedí de él y me fui raudo hacia mi casa donde agarré mis zapatillas y salí a trotar hasta que se hizo oscuro. Recapacitando mientras trotaba, hice un pacto conmigo mismo que cada vez que vaya a tirar con algún desconocido deberé robarme alguna cosa insignificante y de poco valor, para dejarlo como recuerdo: Llevo coleccionados un timbre, una cuchara de café Montpellier y 20 lucas (porque fui a ducharme luego de un polvo y los encontré tirados en el piso). No me crean ladrón, simplemente quiero darle una pizca de adrenalina a esto que se me está haciendo monótono: un pecado más, un pecado menos, total ya tengo una parcela en el infierno hace años.
PD: Comenten plz.
PD2: La Dominga ya viene, está dándose un ratito de descanso.
Ta bueno saberlo, haré un inventario de mis bienes para saber qué te llevaste del polvo que pronto nos vamos a pegar.
ResponderEliminarQue bueno que volviste a las pistas, amor.
Que rico que hayan vuelto, aprovechen las vacas para hacer y escribir caleta de historias.
ResponderEliminarLucas
Cada día perfeccionas más tus técnicas, espero que no te salga el tiro por la culata... En mi caso personal no tomo trofeos de guerra sino llevo un diario, ahí anoto mis aventuras con todos los detalles posibles (y como digo siempre sin pretender exagerar)
ResponderEliminarHay algunas historias perdidas por ahí, espero verlas antes de morir (joaojaojajoajoajojoajoa)
Un abrazo...
Juanito Fulanito
Lupus Steparis
jajajajaja, una vez le robé 5 lucas a un polvo malo que tuve para llegar dignamente a mi casa en colectivo y con una cajetilla de cigarros nueva. Al otro día me robaron la mochila. El karma existe =(.
ResponderEliminarSi son cosas sin importancia, da lo meeesmo
ResponderEliminarEx CaraDeTorta
Entretenido hacer eso en verdad. Total, son cosas sin importancia.
ResponderEliminarYo si estuviera soltera lo haría jejejeje.
Ex CaraDeTorta
luv u
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