Por Andrés
Lunes de la semana pasada y vino a la ciudad un chiquillo. No diré nombres, pero un chiquillo vino, y con la Dominga lo llevamos por ahí a tomarnos un trago.
El chiquillo, si bien buena onda, se le veían las plumas homossesuales en un radio de un kilómetro, así que nervioso y algo urgido caminé con él por las calles de la ciudad, mientras él se movía en un vaivén delicioso que me hacía sentir culpable, caliente y un poco avergonzado. A él no lo conocía, sólo habíamos hablado antes por teléfono y él había leído el blog, así que fue como "conocer al que escribe toda esa mierda junta". Una de las primeras cosas que me dijo fue "tú no pasas piola con esa ropa", refiriéndose al conjunto que vestía: zapatillas café-suela blanca, pitillos café y una camisa gris Pierre Cardan arremangada. Ojo de loca no se equivoca, pero todos sabemos que nosotros tenemos el Gaydar afinadísimo, así que sólo nosotros podemos identificarnos con seguridad, y bueno, lo dijo él porque era gay.
El flaco estuvo toda la noche cuestionando mi sexualidad, "sal del clóset" me decía a cada rato, preguntándome esa típica pregunta que otros gays abiertamente gays siempre suelen preguntar: ¿tienes miedo que tus viejos y amigos no te acepten?. "No, no es que tenga miedo, simplemente no quiero que la gente sepa, mi sexualidad no es tema" le respondía vez que podía, pero a pesar de todo lo que me cateteó el flaco para que esa misma noche publicara en Facebook que era semi maraco, igual me cayó súper bien.
Ya en el bar que no conocía la cosa fue la siguiente: Lugar vacío, eramos solamente nosotros consumiendo. Los que trabajaban ahí se dieron cuenta que eramos maracos los cuatro (una amiga de la Dominga también nos acompañó), porque el flaco hablaba fuerte fuerte de ex pololos, fotos eróticas, sexo y sexo, y pasividad y pasividad. No podía evitar sentirme un poco urgido, los tipos del local nos miraban con un poco de asco y odio, sentía un rechazo que muy pocas veces he sentido, la gente hablaba cosas de nosotros mientras el flaco se movía felizmente alegre y gay en su silla al ritmo de la música. Pero el aweonaje se me pasó a medida que me entraban los vasos, y terminé cediendo a lo que era yo y lo que eramos nosotros en la mesa: me dio lo mismo lo que pensaran los que trabajaban en ese bar penoso y pobre al que jamás volveré a ir. Se nos acabó el trago que compramos, se nos acabó la plata y nos fuimos de ahí a una disco gay. Esa noche me sentí respaldado por los chiquillos, y más aún por el chiquillo, porque esta vez no estaba solo sino que acompañado, así que se me soltaron las trenzas y me fui a maraquear a la vida como gay y nada más que gay.
La disco era pobre, una disco extremadamente decadente, llena de viejos sidosos y sus amigas viejas y solteras que los acompañan de vez en cuando. Entramos los cuatro, y la música nos embriagaba más de lo que estábamos, porque a pesar de todo la música era buena. El muchacho se movía y como se movía, me iba seduciendo yo mismo con su movimiento, su colgante con una cruz invertida saltaba al ritmo de la música, al fondo del crucifijo una polera marinera rayada. Se movía loco, en otro estado y en otro lugar no me hubieran gustado sus movimientos, pero aquí sí. La cossa estaba loca, las muchachas subieron a bailar al escenario, nosotros subimos con ellas. Bailábamos arriba de todos pero nadie se enteró de nada, en el ritmo vertiginoso de una canción de moda lo besé, y a nadie le importó. Esa noche no me importaba nada, me llevó él atrás del escenario. La música se sentía lejos desde ahí, en la oscuridad loca mis manos recorrían su delgado cuerpo, la mano adentro de la polera, la mano adentro del pantalón. Quería culearmelo ahí mismo, y eso traté hacer, pero estaba muy ebrio como para achuntarle al acometido, y aparte de eso no se me paró muy bien. Si bien pasivo, si bien loca, si bien menos testosterona que yo, el muchacho la tenía más grande, muchísimo más grande.
Era tarde, me despedí y me devolví a casa con su aroma. Fue una locura, no se volverá a repetir. Él se devolvió a su ciudad de origen, fue un buen tema como para escribirlo y archivarlo: intentar culearte a alguien detrás de bambalinas.
"Mi sexualidad no es tabú para mis amigos ni para mi familia" me dije toda la semana para mí mismo. El sábado en la tarde salí a la playa con mis amigos, al bar más caro de toda la bahía. Me puse mi ropa veraniega indie de moda: camisa rosada arremangada, short de gabardina blanca, mis zapatillas café con suela blanca sin calcetines y mis lentes de sol RayBan blancos, me veía como un maniquí del Falabella, mal no me veía: al contrario. Ya casi de noche algo ebrio, fui al baño. Ahí me encontré con una de mis amigas, mientras salíamos del baño le exclamé en voz muy alta de borracho "No vuelvo más aquí, yo soy fiel al XXXXXX mi bar manly, el palacio del rock, no pertenezco acá y más encima acá es muy caro" cuando un tipo rockero que venía entrando al baño y que me escuchó me dijo "Con esa ropa no te van a dejar entrar nicagando al XXXXXX", me quedó muy claro que estoy pasando poco piola.
Quizás una barba o un tatuaje de una chora en la frente me haga pasar más piola como hetero. Quizás son las zapatillas café con suela blanca lo que me hace ver maraco, quizás sean las mangas arremangadas.
Wn, no te imaginaria nunca con un gay loca con plumas, tengo un amigo q lo es, y me da latita a veces salir con el, una amiga me dijo q su mama deja que yo vaya a su casa, pero a nuestro otro amigo no, porq yo parezco hombre y el no.
ResponderEliminarMe asombra a mi mismo.
Cuidatela y usa condon, el depre del tumblr q teni en face qlao
Quizás lo que no te hace pasar piola es que ERES maraco, por mucho que uno intente esconderlo, siempre se sabe. Saludos, me gustan tus historias :D
ResponderEliminarGAY DETECTED... mala vola :/ es complicado escapar de lo que somos, sobre todo si nos gusta, mas complicado es tratar de esconderlo y que todos lo noten y mas encima hablan de ti a tus espaldas por lo que eres como si fuera algo malo, pero bueno, solo nos queda pasarla bien con los nuestros e ignorar las malas lenguas por que es mas que seguro que hay gente que nos quiere como somos y le agradamos por nuestra carismática personalidad xDDD! YA CUÍDATE QUE ESTÉS BIEEN!! y eso.
ResponderEliminarVístete más piola no más.
ResponderEliminarMenos moda, más actitud.
AJajaJaA... La mina del carrete de año nuevo fue una señal, te van a sacar del closet este año Andres.
ResponderEliminarOjala nos topemos algun día, si te pillo, no perdono.
Ehhhh... no se que decirte Andrés...
ResponderEliminarMientras más blanco, más cuico y mejor vestido menos piola pasas.
Yo con mi chassis alemán y carrocería chilena paso piola y podría pasar por tu lado y ni te fijarías en mi...
Menos moda y más actitud, ser hombre implica un monton de cosas y ser un metrosexual que pasa en perfumerías o tiendas como Zara... NEXT...
Pero insisto, es tu vida... Y como te dije la otra vez, cuidado con los wekometros ajenos, no sea que te dejen expuesto.
Accesorium non ducit, sed sequitur suum principale, y acá lo que llevas es la exteriorización tuya...
Un abrazo desde CiudadPasiva.
Juanito Fulanito
Ad inquirendum...
Pero si te vistes así, créeme, que no pasas piola. Sobre todo porque en sí, pa la gente común, los hipster son medios maracos.
ResponderEliminarTake care,be free...
adiós.
Te encuentro tan falso, vengo siguiendo tus historias desde el principio, y son entretenidas y todo, pero muy alejado de la realidad, no te encuentro más que un pendejo arribista y con demasiada imaginación.
ResponderEliminarPerro, pasó de verdad xD... Incluso hay fotos de lo acometido en el Twitter. De todas formas gracias, trataré de ser más convincente :)
EliminarHola que entretenido todo esto. Yo pasaba piola hace un tiempo, bien ahí en la universidad haciendo clases, hasta que una de mis alumnas tortillera de mierda... le dijo a sus otras compañeras gays, la profe es lesbianaa, la profe es lesbianaa.... hasta ahí, no me importó tanto, pero cuando le dijo a esas mismas compañeras que yo andaba detrás de ella me mató.
ResponderEliminarQuise decirle, que te pasa %/$&%/(·$ mírate al espejo weona fea, pareces un viejo (ni siquiera un hombre)... pero no podía porque le hacía clases a la wna penca y se supone que yo no sabía nada!. Como supe? una alumna conocida me dijo, la xxxx da a entender que anda contigo, dijo que eras gay y yo no me había dado ni cuenta... no creo que andes con ella, una mina como tú no... (y con eso me mató esta otra chica, linda por cierto, gay...pero no de las que viven para serlo)
Javi.